Su objetivo es fomentar la creación de nuevas empresas y la consolidación del tejido empresarial de Castilla-La Mancha, mediante el apoyo a proyectos de inversión empresariales, industriales o de servicios promovidos por pymes y favorecer la creación de empleo en la región.
Sus destinatarios son las microempresas, los autónomos y las pequeñas y medianas empresas (independientemente de su forma jurídica, incluye también como beneficiarios a las Cooperativas y a las Sociedades Laborales) en los términos indicados en la regulación de cada línea de subvención, que realicen alguna actuación subvencionable con arreglo a la Orden de Bases Reguladoras.